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Antiguo 04-12-2011, 21:54:36   #292
Jorge Cila y M.Teresa
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Fecha de Ingreso: Aug 2006
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Predeterminado Re: Para los amantes del altiplano.

CAPITULO FINAL ULTIMA PARTE

Cuando entramos al sector de las lagunas del Peinado, nos ocurrió un fenómeno inexplicable hasta el día de hoy (además de inquietante).El GPS se “volvió loco”.Comenzó a indicarnos cualquier cosa en distancia y altura,. Nada concordaba, tampoco la ruta ni distancia hacia la laguna en cuya orilla estábamos. Los datos saltaban de una cifra a otra sin explicación, como se aprecia en el rayado de la siguiente imagen. Satélites teníamos y el cielo era amplio sobre nuestras cabezas. Cuando salimos de esa zona se normalizó y funciona correctamente hasta hoy.
¿Alguien sabe algo de esto? Es un Garmin 60C





Después de las últimas lagunas nos topamos con un trecho de barro que tuvimos que sortearlo con mucho cuidado y luego continuamos con el camino en ascenso permanente hasta llegar a unos preciosos arenales.


















En la mañana me había levantado deseando una jornada liviana. (ja ja já)
El magnífico paisaje se me opacaba con el cansancio. Generalmente después de 10 días de estar sobre los 4.000 metros siento que mis respuestas son lentas. Y ya teníamos más de quince días en las alturas. Además sentía un tirón de mi carnet de identidad. Necesitaba hacer un mayor esfuerzo de concentración para evitar problemas.Estábamos sobre los 4.800 mts.

El bello camino continúa cortando la falda del volcán Peinado, pero es una huella con arena blanda entre medio de las piedras filudas y un barranco de unos 400 metros a la derecha, lo que ya a esas alturas me ocasionó una profunda molestia Además comenzaba a llover ligeramente.












Esto no huele bien, no logro avanzar por la arena. Obligado a bajar la presión a unas 14 libras, con lo que avanzo con dificultad bajo la atenta mirada de las piedras filudas que amenazaban nuestros neumáticos como perros callejeros. Debajo de la arena también había piedras volcánicas.

María Teresa ni siquiera me conversaba. Tenía el precipicio a su derecha.
La tortura tenía un largo de unos dos kilómetros con curvas cerradas y arena cada vez más blanda. Por lo menos había cesado la llovizna.
Ni siquiera nos caía una lágrima, la tensión era más intensa que cuando nos quedamos sin bencina. Aquella vez podríamos haber caminado y haber vuelto para recuperar el vehículo. Ahora, creemos que nadie nos habría socorrido para recuperarlo en este lugar. En “mil kilómetros a la redonda” no había algún grupo de jeeperos.









Ni siquiera teníamos ánimo para apreciar la belleza de la Laguna del Amargo, con forma de corazón que se ve abajo hacia la derecha.





Creo que nos demoramos una hora en estos dos kilómetros. Una vez que lo pasamos y llegamos al plano, estábamos hechos mierda y con hambre. Comimos algo y yo me puse a dormir.
Viendo el GPS se entendía que nos quedaba poco para llegar a la carretera que baja desde el paso San Francisco a Las Grutas.









Por unas bellas planicies comenzamos el descenso hasta que vimos la carretera, llegamos a la pirca que nos separaba del borde del camino y casi con lágrimas nos dimos un abrazo de alivio.





Estábamos agotados pero muy felices después de estos 15 días de un espectacular viaje a los más bellos parajes del altiplano argentino.

Gracias por vuestras visitas y comentarios y esperamos poder volver a publicar algún relato próximamente.

Jorge y M. Teresa
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