Re: Merkabah: de tolva a motorhome
Hola de nuevo a todos y gracias por el apoyo a esta cosa que parece tan loca.
Como dijo un pensador contemporáneo: Esta cuequita recién comienza, señores!.
Como les contaba, luego de que el motor se calentó el humo de escape era apenas perceptible, ni comparado con la humareda que dejaba antes del ajuste. Bien. Imaginarán mi tranquilidad y alegría la noche después de que el motor arrancó y anduvo sin problemas ni fugas de presión.
A la siguiente visita al taller noté una pequeña mancha de aceite en el suelo bajo el motor y me metí debajo para buscar el problema. La fuga provenía del tapón del carter que, naturalmente, no estaba lo suficientemente apretada. Mientras usaba la llave francesa revisé de nuevo y me di cuenta de un detalle extraño: el tapón del filtro del aceite no estaba, y solo lo cubría la cinta para enmascarar que le puse para pintarlo. Ops.
Revisé el nivel de aceite y rellené con tres litros hasta que quedó donde debía. Eduardo me confirmó que era esperable que bajara de esa manera al recién echarlo a andar.
Puse la tapa del filtro del aceite e hice andar el motor de nuevo. Seguía siendo toda una sensación! Suave y grave, siempre al primer intento. La única fuga que persistía era un molesto goteo del tubo del sistema de refrigeración que lleva el agua del reservorio externo a la bomba de agua. Habría que vaciar el sistema para poder repararlo, pero eso lo haría otro día.
Esa vez dejé el motor en marcha por dos horas y no se presentaron otros problemas. Con una linterna pequeña pero muy potente revisé cada milímetro de la superficie y cada juntura del motor en busca de fugas de lo que fuese. Cuando estuve seguro de haber revisado todo le pedí a Eduardo que revisara él de nuevo. Me miró y se rió, miró superficialmente el motor y el suelo debajo del mismo y me dijo: Okay…buen trabajo. Y siguió haciendo sus cosas.
Al día lunes siguiente decidí terminar con todo lo periférico del motor antes de meterme con los ejes que eran lo siguiente a ponerse a desarmar según mi propio programa. Agarré entonces el servoembrague de la Merkabah y lo empecé a desarmar para revisarlo. A primera vista parecía que se iba a necesitar uno nuevo peo al consultar por los precios de las cuestiones preferí hacer todo lo que estaba en mis manos para volverlo a la vida una vez más. Me dediqué algún tiempo a limpiarlo y a dejarlo lo mejor posible. Requeriría de una goma/fuelle nueva y esa era en realidad la parte más difícil ya que el tripamen estaba en buenas condiciones. Por pintura no se quedaría tampoco.
Mientras limpiaba y limpiaba el servofreno eché a andar el motor durante largos períodos, tanto como me aguantaban en el taller por los gases de escape. En esos andares empezó de nuevo a filtrar el tubo que conectaba el reservorio de agua externo con el motor. Vacié el circuito de refrigeración y saqué el tubo y me puse a investigar la causa y la gravedad de la situación. Resultó que el acero estaba carcomido y necesitaba reparación. Hice un intento de soldadura con la MIG, esperando que mantuviera la estanqueidad pero sabiendo que si el tubo está podrido lo está por todos lados. Hmm... Repuse el líquido en el sistema agregándole el refrigerante necesario y puse en marcha motor. Anduvo cerca de media hora y no filtró, así que di por superado el asunto. Iluso yo.
Una de las cosas que más me interesaba era sacar el estanque del diesel, machucado hasta el hartazgo por caminos, piedras y uno que otro empellón. El aspecto del camión resultaba muy afectado por el estado del estanque y por ello debía de volar cuanto antes.
Había calculado que quedaban cincuenta litros de combustible aún adentro, así que luego de sacar los tubos de aspiración y de retorno junto con el flotador me propuse recuperar lo que pudiera del diesel.
Bueno, la cosa es que el combustible estaba impecable de limpio, sin una gota de agua o mugre, al contrario de lo que esperaba. Alcancé a recuperar dos bidones colmados con aprox. 22 litros cada uno, y se me tienen que haber chorreado sus buenos cuatro litros en el accidentado proceso. El cálculo no anduvo tan lejos, después de todo.
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