Mientras yo trabajaba y limpiaba el maestro Chaleco echaba chispas como loco, y me pregunté por qué razón tardaba tanto tiempo. Me acerqué y me mostró entonces cómo se tenía que soldar una pieza de esa naturaleza. Con pequeños trozos extraídos de la hoja de resortes fracturada, unió las piezas a soldar con pinchazos de sujeción y luego hizo profundos surcos en el sitio de unión a alto amperaje y solo entonces, a más bajo amperaje, soldó las piezas desde lo profundo y las rellenó y las modeló con la soldadura 70/18. Repitió el procedimiento, sin prisa, en los cuatro sitios a soldar, primero por una cara y luego por la otra. El lo llamó “soldar desde el corazón”. Las monturas serían indestructibles, y yo había aprendido algo nuevo. Bien, Chalequito.
Con la misma paciencia y oficio, el artista rehizo los bordes de las monturas gastados por las abrazaderas tubulares y, luego de varias horas, ambas piezas estaban listas, calientes como la cresta, esperando para que el escultor (alias el goma, o sea yo) les diera la terminación definitiva.
Como no tenía más retenes, empaquetaduras ni velumoide para hacerlas no volví a poner el balancín de los paquetes de vuelta en su lugar. Lo dejé sobre el banco de trabajo y traté de limpiar el aceite de la pintura imprimante, pero era una batalla por demás perdida.
Ese fin de semana trabajé también un poco el diseño de la Merkabah virtual e hice más modificaciones. En un arranque me decidí y rebajé la altura interior de la Caja y la dejé en 2 metros, de ese modo la altura total del camión, sin las defensas tubulares de las esquinas, bajó 10 centímetros. Como el interior se había ya reducido previamente al angostar la Caja y dejarla de 240 centímetros de ancho, decidí cambiar el diseño interior y dejé en ángulo la esquina delantera de la ducha para dar mayor sensación de amplitud al espacio de la cocina. Hice otros cambios e hice que la puerta de la ducha se abriese hacia adentro para evitar de ese modo que el agua escurriese hacia la cocina ya que si la puerta se abre hacia afuera no hay manera de contener el agua y se transforma en un inconveniente muy latoso, como ya se ha visto en otros camiones. Las paredes también cambiaron y ya no serían de composite de 12 mm sino de GRP de 20 mm (panel de poliuretano con fibra de vidrio).
Otro aspecto que no había tomado muy en cuenta era el diseño del compartimiento debajo de la cama. Modifiqué el concepto y decidí que el cortafuegos y la base de la cama serían del mismo panel estructural que el resto de la Caja, ensamblado de modo tal de reforzar la estabilidad torsional frente a las fuerzas impuestas sobre todo por el neumático de repuesto y de la moto que colgarían del panel trasero. Igualmente, alargué los largueros del subchasis y los conecté con refuerzos tubulares en U apernados a la parrilla trasera. Nunca se sabe… mejor seguro que arrepentido.