Primero que todo quiero agradecer a cada uno de los participantes en el TAA, a los organizadores y participantes, a las familias que supieron entender a estos locos. Y a todos los que entendieron el espíritu de esta aventura. Gracias por generar recuerdos imborrables.
Voy a contar como fue mi aventura personal para que los que no pudieron asistir se puedan hacer una idea de lo vivido, disculpen si soy muy extenso en ello pero quiero compartir lo vivido…..
Y llego el correo con la invitación a tan magno evento, solo quedaban 2 meses y debíamos preparar la maquina lo mejor posible para poder enfrentar este gran desafío se cambio casi todo lo que se pudo cambiar y se llevaron los repuestos que creimos necesarios para poder enfrentar los problemas.
Pasaban los días y la camioneta no estaba lista por lo que me pedí unos días en la pega y autorización en la casa para poder ponerle el hombro y ayudar en el taller mecánico, los problemas surgían día tras día y las jornadas de trabajo en el taller de SOS superaban por varias horas a las que laboralmente correspondían; no solo trabajábamos en la vaca sino que también ayudábamos en el willys o en jeep de Patopower; gracias a la ayuda del Pato, Tebo, Hernán, Nano, Arturo, Alberto, Gustavo, Negro y otros logramos cargar la catanga en el camión a pesar de que tenía algunos problemas eléctricos había que ir como fuera, esta oportunidad no la dejaríamos pasar por nada!!!
En el aeropuerto ya se juntaban los dementes que iniciarían esta aventura y el nerviosimos y felicidad se podía sentir a kilómetros, llegamos a Copiapo y partimos a buscar las catangas….
Al llegar a Depetris supe de inmediato que algo andaba mal por q la vaca era el único 4x4 que estaba sola en la mitad del aparcadero. Nos recibió Pietro Depetris y nos dice: “todo bien salvo por la blanquita que no quiso partir, intentamos todo pero no parte” …..
CSM pensé… esta wea no puede cagar ahora, no me puede dejar tirado debe ser algo sencillo, yo esta la peleo!!! Que me deje tirado en ruta lo entiendo pero que muera antes de empezar no lo acepto. La tiramos y partió pero debíamos solucionar el problema antes de que comenzara el evento por lo que mientras los participantes se presentaban Pato con la ayuda de Ricardo, José Miguel y otros trataban de solucionar el problema. Después de probar varías cosas y varios llamados telefónicos se llego a la conclusión de que era la Chapa; por suerte el Tebo el día que la cargamos en el camión me paso una chapa mala y me dijo “por si las moscas” bueno fueron esas moscas las que me tenían hasta el pewe y la chapa mala se uso para puentear y dejar el encendido a la chilieanway; con un fusible de un amplificador le dábamos contacto y con un timbre de casa que Alberto y Gustavo compraron en el super la encendíamos hasta el gringo se rio de nuestro invento, era feo y ordinario pero nos permitió iniciar la aventura y dejarlo funcionando hasta el día de hoy.
El desierto de copiapo con sus dunas interminables nos esperaba a todos para tratar de cobrar sus primeras víctimas; algunos más preparados que otros para enfrentar este tipo de terrenos disfrutaban al tope de sus motores mientras otros luchábamos con la temperatura y los grandes neumáticos barreros escarbando las dunas. El medanoso solo fue conquistados por pocos y algunos el próximo año de seguro lo volverán a intentar. Los guías se peinaron con sus laterales y el che nos sorprendió a todos con su lateral en el medanoso mientras su copiloto Cordero gritaba: “para boludo paraaaaaa” La etapa del desierto no fue fácil y se llevo tumbadas, radiadores, barras de tracción, amortiguadores, capot y un largo etc.
Luego nos toco ruta costera de enlace hasta Huasco la que si bien sería corta y rápida nos llevo bastante tiempo y también cobro algunas víctimas pues murieron direcciones, cardanes, cubo y caja de cambio; esto era una muestra de que no existiría ruta corta, rápida o fácil y hasta la simple carretera o un camino con calamina podría transformarse en nuestro infierno.
En Huasco dormimos en la cabaña de los umpa lumpa para salir al día siguiente a pta choros otro trayecto costero hermoso con playas de arenas blancas y aguas turquesas; creo que estos enlaces por la costa fueron geniales por que se disfrutaba del paisaje mientras se avanzaba al otro destino.
En punta de choros acampamos para continuar rumbo a la cebada, fue en este trayecto y en plena línea recta que la caja de mi Toyota comenzó a llorar, llegaron Juan Andrade y otras amigos con los que luego de unas pruebas comprobamos que la caja había muerto,
pensé por segundos que todo se iba a la mierda y que la aventura terminaba, pero esto era parte de la aventura y debíamos solucionarlo de alguna manera no importaba tener que traer una caja de Santiago para poder continuar, nos fuimos en el carro del equipo de apoyo del TAA hasta la Serena donde habían varios arreglando sus maquinas donde el Zanku que presto la ayuda que fuera necesaria, poco a poco nos fuimos quedando solos junto a los otros traktorkes hasta que dimos con una desarmaduria en la Serena que tenia la caja y que si bien estaban comiendo un asado y disfrutando el 17 de Septiembre estarían dispuestos a venderme la caja y cambiarla en pocas horas para que pudiésemos continuar con nuestra aventura
; nada se podía estar en contra de nuestro sueño y el deseo de poder terminar la aventura como fuera!!!
Luego de cambiar caja salimos como a las 19 horas rumbo a la cebada para entrar a la ruta pasado las 12 de la noche pues no permitiríamos que una pana nos impidiera hacer todas las rutas del TAA por lo que de noche realizamos gran parte de la ruta para poder llegar a campamento a dormir algo para estar con todas las energías para el enlace siguiente.
Mañana continuare con el relato de mi aventura….