Bueno, ya pintado aunque fuera así a la rápida y con pocas y básicas herramientas pero con mucho esfuerzo sobre todo por las altas temperaturas, era hora de comenzar a armar para posteriormente dedicarme de lleno a la parte mecánica (hay que dejar lo más entretenido para el final para que sirva de motivación no?
Entonces ahí fue cuando partí por el múltiple de escape, pero eso ya se los conté, fueron varios días para quedar sin fugas y con los múltiples bien cuadrados (los que ya lo han hecho, saben de que hablo).
Me puse en campaña con los frenos delanteros, instalé los amortiguadores los cuales fueron una ganga (algo así como 15 dólares cada uno o el par) por supuesto donde mis amigos del Wreckers que a estas alturas y después de haber ido muchas veces a este que me quedaba más cerca del caravan park los compadres ya me conocían por mi nombre y siempre nos quedábamos conversando de fierros un rato.
Dentro de todo para ser año 79’ las latas de la Ambulancia Nigeriana estaban en mejor estado que casi todos los Cruisers que he visto, la verdad que los detalles eran pocos para su edad.
Después de terminar de ver dirección y frenos, cambié todos los fluidos con excepción de los de las cajas, ya que tenía el típico problema del retén entre caja de cambios y transfer, nunca había visto una solución tan simple como la que le habían hecho a este (y la venden para esto) una manguera que va desde el tapón de llenado de la transfer hasta el tapón de llenado de la caja, entonces que pasa, el aceite re-circula entre ambas cajas y se acaba el problema. Por supuesto, no es lo mejor, pero dadas las precarias condiciones para trabajar no me podía tirar a hacer ese trabajo sin un lugar, herramientas y condiciones adecuadas. (Además de que no daba problemas).
Siguiente paso: El piso del conductor, a través del cual se veía el camino. El liquido de frenos había hecho de las suyas por ahí :/ Fue en aquel momento en donde el ex-capot del excelente Corolla hizo su aporte a la Ambulancia Nigeriana. Un buen pedazo cortado con laser a medida perfecto y soldado con TIG (en realidad eran tijeras para latón y una soldadora al arco), después de mucho pelear con la “TIG” quedó bien el pedazo de lata o por lo menos cumplía su función. Agregue un buen sellante, pintura blanca y Voila! Casi como nuevo! Por lo menos no se veía el camino.
Ahí es cuando instalé los candados traseros más largos y como comentaba anteriormente cometí la mayor atrocidad en los delanteros: Corté un candado a la mitad y lo añadí a los originales para dejarlos mas largos!! (si, pueden retarme me lo merezco)
por lo menos de todo el uso y abuso que le dí (se quebró una hoja de un paquete delantero mucho mas adelante) los candados aguantaron sin problemas por suerte.
Luego sigo con el resto de la historia...