La noche del Sabado fue para compartir, conocimos a Johan y Ana Belen, el Belga y ella de Peru, una pareja especial y con historia y muchos viajes, una joven pareja que nos hizo entender que hay muchos caminos en la vida y que mucho de nosotros no estamos solos en tantos viajes.
La luna en un momento ilumino por entre los arboles nuestro lugar, unas buenas carnes y una buena conversa, anecdotas de viajes y algo de nuestro presente todo esto acompañado de silencios y sonidos del entorno, algo de la naturaleza y tambien de los propios "ruidos" de una comunidad que esta cercana al camping.
Llego la hora de dormir, nuestra carpa ya esta preparada y a conciliar el sueño para un buen descanso.
La mañana es el comienzo, despertar y asomarse, cosa que describe perfecto el dormir en una carpa, es una sensacion de espacio distinta, abrir y sacar la cabeza como para entender donde nos encontramos, nos supendimos en el ritmo propio de el entorno. Algo cambia siempre cuando despertamos en un estadio diferente, nos acogen las sensaciones de estar lejos como olvidando los caminos recorridos y tener a nuestros pies el tiempo como un aliado. Salir, bajar, pisar tierra, somos nuevamente conquistadores, es parte del viaje, sentirse absoluto extranjero en tierras que son de todos. El camping nos regala sentidos que muchas veces nos somos capaces de describir, por eso despertar es un real despertar.
Preparar todo para el desayuno, saludar a los pocos vecinos, estirarse y partir al baño, algo de un bueno baño para insistir al cuerpo que viene un dia de conocer, un dia para aprender.
Un buen te, un pan amasado con mantequilla, cruzar algunas palabras, esto no tiene precio y sin duda es lo que muchos buscamos.
Opcion matutina, caminar, ir por el sendero, reconociendo la flora y conociendo lo que no conocemos, fotos, algunos videos. Una huella que nos lleva a un arbol que tiene historia descrita en los letreros informativos del sendero. Estamos sacando algunas fotos y llega una pareja, saludos correspondientes y por esas cosas de la vida comenzamos una conversacion que duro un poco mas de una hora, conversamos de todo, sin duda los destinos te envuelven y te marcan, nadie podria decir que esto iba a suceder, que cosas locas tiene la vida, cosas que reunen y que nos convierten en seres humanizados, capaces de compartir y entregar afectos y emociones, Amparo sin duda perdio al igual que yo la nocion del tiempo, sinceramente este encuentro nos dejo felices, luego de despedirnos caminamos el resto del circuito con otro peso en nuestro espiritu, algo mas aliviados de algunas cosas y con una energia que nos motivo a ver mas alla de lo que muchas veces logramos ver. Gracias PuntO Alma por el espacio y el tiempo.
Decidimos ir a caminar a Llico despues de nuestro pequeño trekking, cruzamos el puente y nos fuimos hacia el poniente, caminamos sus buenos kilometros, el calor se hacia sentir y a pesar de tener algo de cansancio estabamos con todas las pilas puestas, no todo es recorrer caminos en nuestra camioneta. De vuelta al camping decidimos hacer el almuerzo, todo a estas alturas sin el plan original, nada de los tiempos que teniamos agendados, dejamos que todo ocurriera sin prisa y convencidos de que todo estaba pasando.
Unos buenos fideos, una mesa sencilla, el aire que nos arrebata, todo en armonia como debe ser.
Desarmar campamento (tenemos la carpa en la camioneta), todo listo y partimos hacia el pueblo de Vichuquen, tantos viajes por la zona y nunca habiamos ido a conocer un pueblo que sin duda nos devalara sus atractivos.
12 kilometros nos separan desde el camping, el camino de principio a fin es de ondulaciones en todos sentidos, arriba, abajo, al lado, peralte, calamina, sol, sombra, arboles, desvio ... llegamos a un mirador donde estacionamos, nadie por estos polvorientos caminos, somos viajeros solitarios pero bendecidos por esto nuevo que nos toca conocer. Perdemos el tiempo contemplando la Laguna los Coipos, sobrecoge enormemente el vasto valle dominado por la laguna, muchos cisnes tambien y bosques esparramados en algunos sectores. Es cosa de cerrar los ojos y ser parte de todo, pertenecer a todo, cerrar los ojos un instante para que las imagenes sean el dibujo de nuestros sentidos.
Luego de andar por tierra llegamos a un cruce donde vamos por pavimento, nuestro objetivo Vichuquen (lugar aislado o mar de la culebra, acepciones mapuches), ingreso por un puente con caracteristicas especiales, ya el pasar por el puente me invita a soñar. recorrimos en la camioneta sus calles y vemos sus casas, una suerte de amor por el pueblo, inmediato, casi sin conocernos y ya nos encanta.
Dejamos estacionada la camioneta y comenzamos la caminata, muchas casas reconstruidas, quizas lo nuevo no ha menoscabado lo antiguo de su historia, quien soy yo para cometer un juicio a como se ve hoy. Sin duda la identidad de un pueblo se ve a traves de su gente y de sus casas, hasta ahora solo me queda guardar silencio y seguir el camino recorriendo sus calles, cruzamos en muchas partes por sus corredores.
Pasamos al museo, conversamos con quien esta a cargo y nos comentan que en epoca baja las visitas son escasas, me vale proponer que cuando visiten el pueblo pasen al museo, es pequeño pero muy interesante, hay mucha historia bien detallada y contada, cosas antiguas, fotos, y muy ordenado.
En la plaza aprovechamos de conversar con gente del pueblo, nos enteramos que hay personas que han comprado casas (afuerinos) y las han restaurado, que el pueblo cobra mas vida en epoca estival y que en invierno las visitas de turistas son esporadicas.
Dejamos Vichuquen con el proposito de una nueva visita a futuro, mi impresion es que visitarlo es parte del viaje, no hay que dejar de hacerlo.
Continuamos el viaje a nuestro lugar de campamento bordeando el lago, increible la poca cantidad de espacios que existen para poder apreciarlo, algunas lagunas entre los bosques nos permiten dimensionar su extension, lamentablemente es casi todo privado.
Poco que contar sobre esta parte del recorrido.
Esta jornada no tendremos nuestra parrilla, como anecdota, en la mañana cuando preparabamos las cosas en la mesa habiamos dejado la carne, de un momento a otro entro un ladron canino y partio con un trozo que habiamos dejado para la noche, suerte para el poder disfrutar un trozo de asiento asado .. en fin cosas que suceden cuando uno se confia del entorno.
Mañana vamos de vuelta, nos espera Santiago.
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