[pairospam]

Me hospedé en el mismo hotel, y cuando saqué las maletas laterales me di cuenta de que el silenciador se había soltado y pendía del múltiple de escape. Los pernos no habían aguantado las vibraciones del camino y la mano pesada sobre el acelerador y se habían caído quién sabe cuándo. Por fortuna el tubo de escape resistió. Punto para Honda.




Cené solito un buen pescado a la plancha con una deliciosa cerveza roja de destilación local y me fui a dormir como un bebé… hasta las 6:15 A.M.



Durante la mañana fui a comprar mi pasaje para tener todo en regla para la noche y Federico, el dueño del hotel, me ayudó a arreglar el escape de la moto. Como tenía todo el día para esperar, me uní a una caminata al volcán que Federico iba a hacer con un par de amigas argentinas, Mariela y Mirta.

Durante la erupción del 2008 hubo varios aludes de lodo y cenizas calientes que arrasaron los bosques en su camino cuesta abajo y secaron los pocos árboles que resistieron la embestida inicial.





Fue una escalada ardua bajo una pesada lluvia que te pegaba de lado debido al fuerte viento, pero valió la pena. El cráter era aún amenazante y estaba caliente. La vista era desoladora y magnífica al mismo tiempo.