Hacia Antofagasta de la Sierra
Nada increíble nos esperaria en el camino hacia Antofagasta, solo increíbles dunas de de arena cuasi montañas, algunos salares y atardecer increíbles, interminables caminos de ripio, era el 31 de diciembre, es decir vispera de fin de año y Antofagasta se convertiria en el lugar donde lo pasariamos. Una de las cosas que mas me perturbaba en ese momento era la altura que me habia provocado un fuerte dolor de cabeza y mi estomago tampoco respondia muy bien, todo provocado por la falta de oxigeno, es decir apunamiento. Llegamos a Antofagasta de la sierra a eso de las 21hs, poca gente habia en el pueblo solo se escuchaba la musica de la iglesia, que esta cruzando la plaza, una pequeña capilla construida en adobe y donde al no haber cura no se da misa sino algo parecido dado por las monjas que se encuentran alli. La sensación al llegar al pueblo en semioscuridad con la musica de fondo de la iglesia, y en visperas de fin de año fue la de encontrarse en otro tiempo y lugar, es que la puna tiene esa particularidad para quienes vivimos en la ciudad y el tiempo se mueve distinto. Conseguimos parar en un hostel bueno eso decia y nos invitaron a comer cordero para pasar el fin de año en familia, claro, no la nuestra. A medianoche, la gente sale a hacer una procesión alrededor de la plaza principal tocando unos tamborcillos y van todos, asi que la cena se sirve a eso de la una de la mañana. Lastima mi apunamiento, porque mi hijo comio cordero hasta que se hartó, ademas de tomar sidra, yo con un te de yuyo, que no logro aplacar mi dolor de cabeza.
En busca del combustible perdido.
Por la mañana tras arrancar la camioneta intentamos ir a cargar combustible, cosa que resulto imposible, estabamos en problemas o comenzabamos a estarlo, porque si queriamos entrar a chile por paso Sico deberiamos tener todos los tanques completos, nos dicen que debemos llegar a Olacapato donde habria combustible, habria…..
A mitad de camino nos quedamos sin bateria en la camara de fotos asi que le pido a mi hijo que busque el cargador y lo conecte al inversor de corriente para recargar la bateria, problemas no encuentra el cable…. Era probable que me hubiera olvidado el cable en Antofagasta de la Sierra, no podiamos hacer fotos, la camara andaba mal pero cuando se acabara la proxima bateria no habria mas forma de cargarla.
Pasamos por lugares imposibles de describir, un vega poblada de llamas,
Llegamos a Olacapato, no hay rastros de gente ni de combustible, vamos hacia el puesto policial y nos informan que en la usina es posible que algo haya, hacia alla vamos, nos miran con cara de, “y estos de donde salieron” y nos dicen que no que puede ser que tengan una botella de dos litros y medio para vendernos pero nada mas, pero que en Catua suele haber. Perdidos decidimos buscar un lugar donde aposentar nuestros cansados cuerpos, cuando aparecen dos parroquianos y nos preguntan si buscabamos un lugar para dormir a lo que asentimos con todo nuestro cuerpo que SI!. El pueblo empezo a tener forma, aparecimos en un lugar donde habian habitaciones, lugar para dejar el auto, comida y hasta hubo desayuno!, Claro que después del desayuno habia que ir hacia algun lado donde seguro hubiera combustible, decidimos ir hacia San Antonio de los Cobres.
En el camino a San Antonio de los cobres, cuando se sale de Olacapato siento un fuerte golpe justo debajo de donde estoy sentado, algo se rompio pero no se que es, me detengo reviso y nada da la impresión de haberse roto, ya veremos.
Cuesta de Randolfo
La habitacion del Hostel