Cabreado de lijar, en un momento dado agarré al Africa Twin y partí a Santiago a buscar los fittings para instalar los sistemas neumáticos. La oferta local era muy limitada así que obligado a ir y recorrer un montón de kilómetros para encontrar el distribuidor que sí tuviera todas las piezas que ofrecía en sus catálogos. Afortunadamente la mitad de la gente estaba de vacaciones y se podía transitar de modo relativamente humano por las calles así que pude recolectar casi la totalidad de lo que necesitaba. Desgraciadamente la moto aún tenía problemas de carburación que no habíamos podido solucionar, probando diversos métodos para dar con el problema, incluso bypaseando el tanque para ver si habían problemas menores de flujo hacia la bomba de combustible.
Como sea, tomé los fittings e hice un lote de mediciones y dejé todo listo para el eventual armado de los sistemas con aire comprimido. La unidad extra de tratamiento del aire para el sistema de suspensión neumática no cabría dentro de la consola así que la tendría que instalar bajo la cabina, a un costado del túnel del motor, frente al radiador.
Y seguí con la limpieza de la cabina. Otro par de horas lijando en los calores de San Felipe y finalmente un par de manos de washprimer para prevenir que el acero se oxidara de nuevo. Ah… se veía muy bien.
Sin embargo, solo era el comienzo ya que era necesario limpiar el túnel del motor y todo el resto de la cara inferior del piso de la cabina. Ya había removido la mayor parte del recubrimiento craquelado y podrido pero era mandatorio hacer una buena limpieza, y estaba lleno de recovecos y dobleces, igual que el resto de la cabina, hmm…
Solo para hacer algo diferente y darme un respiro del lijado y cepillado tomé los topes de goma de los diferenciales traseros y les hice el hilo que había quedado de hacerles hacía una eternidad. Luego me tomé un vaso gigante de Coca-Cola y finalmente imprimé los topes junto con otras piezas nuevas y viejas.
