Re: Merkabah: de tolva a motorhome
El motor de partida, que según yo sonaba y funcionaba tan bien, tenía un look que dejaba bastante que desear. Particular atención a la tapa trasera que aloja el embrague, enorme y de apariencia temible. Un poco de aceite y carbón en el pistón del compresor y una empaquetadura improvisada para la cabeza del cilindro; mal.
Con ayuda del tecle desmonté la tapa trasera porque ya a esas alturas no me daba el cuero y apareció la enorme prensa del embrague y se pudo ver el curioso sistema de lubricación de la horquilla y el disco. La prensa en detalle, con sus casi cuarenta kilos, también daba susto, la superficie de roce cuarteada quien sabe por cuántos calentones. El volante de inercia no estaba mejor sino mucho peor, pidiendo perdón y descanso. El disco era el de mejor aspecto, pero con ganas de jubilar también.
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