Yo me dediqué a instalar los pulmones de suspensión y, por suspuesto, no fue tan fácil como se veía. Pernos perdidos, tener que levantar los ejes, agujeros estrechos, conflictos con las tuberías hidráulicas, etc. Pero, al final, puse los seis luego de un buen rato. Bien.
También instalé el circuito de aire de las válvulas de descarga remotas de los tanques de aire, pero no pude instalar todas las válvulas porque tenía que mover todavía los tanques grandes para acomodar los tecalanes y hacer otras maromas a lo largo del chasis.
Una de las cosas que tenía muchas ganas de hacer era instalar los soportes superiores de los amortiguadores delanteros de la cabina. Los habían torneado hacía bastante tiempo y ya era hora de soldarlos en su lugar. Marqué e hice los hoyos como iban originalmente en el viejo Repuesto y luego seguí con lima hasta que me cabreé y le pedí el esmeril de punta al Maestro Chaleco. Luego de mucho ruido y vibraciones los soportes estaban donde correspondía, por fin. No alcancé a soldarlos ya que me tuve que ir a trabajar, en serio, a otro lado.
Otro día de esos, no recuerdo bien cuándo, jugué un poco con cartón y tijeras e hice una maqueta de la consola central que hospedaría los controles y las cajas de válvulas del CTIS y de la suspensión neumática. Decidí ponerlos dentro de la cabina en vez de adosarlas al chasis luego del consejo de René Larraguibel vista su experiencia al respecto. Me gustó el aspecto de la futura consola, y le empecé a dar más vueltas al asunto.
Como ya se acercaba el momento, rescaté las válvulas y los conectores de los bloqueadores de los diferenciales de una caja grande y los empecé a limpiar y desarmar. Quería reciclar el máximo de componentes posible, como siempre. Mientras esto sucedía, el pobre de Edie no tenía descanso con la lija, el imprimante, la pintura y el pulido durante toda la semana, esta vez con la Mitsubishi L200 de Eduardo, mi cuñado, la que finalmente entró a merecidas reparaciones y tratamiento de belleza después de años de servicio.
Bueno, luego de cuarenta años el óxido había hecho su mella en los conectores así que la mitad de los pernos racord se cortó al tratar de sacarlos. Perdí un buen tiempo scando los pedazos rotos de los múltiples de distribución y de las válvulas, hmm…
