Merkabah: de tolva a motorhome

[Boris Aguilera Manzano]

Gracias PPT...
Se agradece los comentarios... Seguiré estudiando ya que me parece, a mi juicio, lo Más crítico, de construir la Célula sobre el chasis de un camión que en algún momento podrá salir de cartera y. Más aún meterlo a caminos poco regulares...,
Saludos y seguiremos en contacto

Un abrazo.
Boris

Empezado por PPT Hilux

Con el permiso de Pairoa, me tomo la atribución de contestarte para que el tenga más tiempo de trabajar en la Merkabah. He leido todos los post relacionados a este, el de René y otros similares, así que creo poder contestarte con fundamento.

La carga máxima del camión es muchisimo mayor a lo que pese la celula y el conjunto en su totalidad, pero es seguro que Pairoa ajustará la dureza de la suspensión acorde al peso del conjunto poniendo más o menos hojas de resorte. También me parece que quería poner suspensión de aire independiente para ajustar la altura del camión o los desniveles del terreno cuando quiera detenerse a reposar. Supongo que lo decidirá más adelante.

Por la misma razón anterior, es indiferente si el camión permanece constantemente cargado y el consumo a "media carga" como quedaría el camión no es elevado. Sobre todo con un motor recien ajustado, pero eso es lo de menos. Considerando que Pairoa quería un motor de mecanica simple, completamente fiable y con 0 electrónica.

Respecto a la deformación del chasis, es cierto, un chasis de camión se tuerce muchisimo llegando a quedar adelante así: -- y atrás asi: \, pero para evitar la torsión de la celula, esta va montada en un chasis flotante que va unido al chasis del camión a través de soportes pivotantes. Te pongo una foto del camión de René para que lo entiendas:



Te recomiendo leer el post del camión de René: http://www.twistedandes.com/foro/showthread.php?t=72574

Espero haberte aclarado las dudas. Saludos, PPT.

[Hilux Surf-Vigo]

Empezado por pairospam[IMG

https://lh5.googleusercontent.com/-1M9yuAkKVuo/UOyKroEycQI/AAAAAAAABbM/8RD8KJC1Ksk/s640/1752.JPG[/IMG]
Hilux: ésta es la pieza. El código de WABCO es 897 75326 y otro dígito que puede variar según el catálogo pero que parece no variar mucho en cuanto a la forma.

Gracias.

Pairoa

La semana pasada pille unas similares pero de carro, en ves de tener 2 perforaciones tenia 1 y grande, igual en los pulmones delanteros de los Actros viene el mismo fuelle, pero en los traseros no viene nada, el vástago está descubierto.

[pairospam]

Hola.

Ya hace un tiempo que no actualizo la historia y creo que es hora de hacerlo. Antes que nada, gracias Ignacio por las fotos de los camiones y del cambio de neumático en plena carrera.

A propósito: alguien sabe dónde conseguir una gata neumática como la que usaron los tipos del MAN?

Hilux: parece que ya no hacen este tipo de fuelles y que nunca han traído repuestos, al menos acá. Gracias por la preocupación.

Bueno… seguimos con la historia.

El día domingo era mi cumpleaños e invité a Carmen a almorzar afuera. Terminamos en el Fellini en Viña, donde ella pagó en honor a mis titantos, y seguimos vagando por la costa hasta Papudo, donde llegamos al momento de que todo el mundo se iba de la playa. Volvimos a San Felipe por la ruta de Cabildo y Putaendo, a través de las montañas. Fue un buen viaje.

Michele y Kurt aparecieron recién el martes para hacer el servicio a su camión, mientras yo me afanaba en tratar de ordenar y limpiar de polvo las piezas que iba a imprimar para poder finalmente ponerme a armar los yugos traseros. La cantidad de piezas era considerable y el espacio para pintar poco. Finca entró a taller y los dos suizos estaban contentos de estar allí. Mientras, la Merkabah y su colega parecían tener una plática más bien formal, casi como si hubiera un sutil velo de envidia entre ellos.

Después de haberles asegurado que el imprimado de las piezas no afectaría a Finca me aboqué a esparcir washprimer lo más controladamente posible (por si acaso) sobre los fierros después de usar metros de cinta de enmascarar.

Luego de varias horneadas pensé que estaba listo, solo para darme cuenta luego de que se me había quedado la mitad de las piezas en otras cajas.

[pairospam]

Esa noche, y las noches siguientes, Finca y sus ocupantes pernoctaron frente a nuestra casa, para regocijo de nuestros vecinos cercanos.

Para variar se nos hicieron eternas las tardes, comiendo, chachareando y viendo fotos de viajes.

La secuencia de la limpieza del polvo y de la pintura con washprimer y primer se repitió por varias tardes, luego del trabajo habitual. Las piezas parecían no terminar nunca de aparecer de por entre las cajas.

Eduardo iba arreglando las pifias de Finca y los suizos estaban cada vez más encantados con el trabajo y con el arte de mi cuñado así que le iban pidiendo hacer cada vez más cosas, por lo que la estadía se prolongó hasta el fin de semana.

[pairospam]

Ese fin de semana por las mañanas yo me dediqué a dar los toques necesarios de primer a las piezas que había dejado en el tintero.

Por las tardes salimos a pasear a los cerros, al campo, y a otros pueblos vecinos de San Felipe, donde Kurt tomaba extraordinarias fotos con su tremenda cámara, incluyendo sus tan amados pajaritos y una que otra culebra.

El lunes siguiente fue un día especial ya que empezaba la etapa de armado del boggie. Saqué las protecciones de los bordes de los balancines de los paquetes de resortes y me encontré con una mínima cantidad de óxido superficial que el cepillo metálico borró sin mayor problema. Desgraciadamente a la hora de abrir las cajas de los retenes nuevos me encontré con que en una caja rotulada con 2 unidades solo venía una, y era de Abril del 2012. Plop.

No hubo caso de ubicar ningún vendedor de la firma así que dejé la cosa para el día siguiente y la meta fue la de colocar al menos uno de los balancines esa tarde. No sin dificultad puse los retenes nuevos en su lugar, con la ayuda de Eduardo.

[pairospam]

Me encontré con que el retén guardapolvo que va colocado en la pestaña del eje del balancín bailaba y no se retenía con nada, gastado el borde de acero de tanto haber girado el guardapolvo junto con el balancín, pegados ambos porfiadamente con óxido. Se sugirió una alternativa que no me convenció mucho por el riesgo potencial alto de falla y de dificultad así que empecé a caminar por el taller buscando en el suelo algún signo que me inspirara. A los pocos pasos me encontré con el filtro de aire usado del MAN de Kurt y se me prendió la ampolleta. Averigüé si era útil o desecho y al confirmar que era esto último agarré unas tijeras de lata y corté una tira de la delgada malla que componía su pared externa; la preparé adecuadamente con unas tijeras más finas y la usé como suple entre el retén y la pestaña. El espesor de la lámina era preciso y debo decir que el resultado fue espectacular una vez terminé de acomodar las cosas. Estaba tan concentrado que no tomé ninguna foto. Nadie notaría el arreglo aunque buscara y para mejor le di una terminación extra de primer en aerosol para prevenir la corrosión, al menos por cuanto prevenible en ese lugar.

Luego de colocar el rodamiento volví a usar mi super dado casero para apretar la tuerca gigante y finalmente coloqué la tapa. Abrí entonces uno de los baldes de aceite para engranajes comprado hacía tiempo, y le puse aceite al balancín hasta que accidentalmente se salió un poco y manchó la tapa recién pintada. Horror. Entonces me dí cuenta que, no importara el cuidado que tuviese, no iba a ser posible prevenir que las piezas recién pintadas, inmaculadas y preciosas para mí, se ensuciaran con mugre, aceite o grasa. Así que me encojí de hombros y terminé la maniobra; cuando el nivel adecuado se alcanzó, puse la tapa y limpié todo con diluyente y me olvidé. Iba a terminar histérico y estresado si me urgía tanto por la pintura.

Moví en todo su rango el balancín y luego de que el aceite alcanzase todos los elementos de los rodamientos el movimiento se hizo más suave y parejo ya que apenas se movía antes. Bien. La meta de esa tarde estaba cumplida.

Antes de irme hice algunas mediciones, postergadas hasta ese momento, relativas al paquete de resortes. Como la altura de los paquetes se reduciría considerablemente había que conseguir abrazaderas con los brazos más cortos y agrandar la montura de las abrazaderas ya que la nueva configuración del paquete lo requería; también necesitaría un nuevo perno centro más corto, y ya tenía el lugar preciso donde conseguirlos si es que no podía fabricarlos yo mismo.

Al día siguiente logré por fin contactarme con un vendedor y encargué el retén faltante, a ver si llegaba para poder armar el otro balancín a continuación. Ya veríamos.

El plan original era de poner los ejes de nuevo en su lugar y entonces empezar a ensamblar los frenos y los planetarios, limpiando e imprimando las piezas por partes según se requirieran, pero me senté por un momento a contemplar el asunto mientras dejaba enfriar un poco mitaza de té. Era mejor limpiar e imprimar todo el cuento antes de siquiera empezar a pensar en armar. Agarré entonces las campanas de los cubos reductores, los enmascaré adecuadamente para impedir que el primer entrara en el mecanismo, los limpié con diluyente una vez más y los cepillé con el esemeril angular hasta que estuve satisfecho con el resultado y ya no quedaban más filamentos metálicos en la grata de copa.

Kurt y Michele nos dejaron al día siguiente, luego de una muy satisfactoria prueba de Finca en un camino de tierra y bolones en el lecho del río Putaendo. Eduardo hizo un muy buen trabajo y les hizo un gran descuento así que estaban por demás felices. Fuimos muy afortunados de conocerlos y de tenerlos con nosotros de visita y así poder compartir. Son muy buena gente y quien sabe si nos volveremos a encontrar, y dónde. Solo el Jefe sabe.

Echamos de menos a Finca esa tarde, acostumbrados a verla estacionada en frente de nuestra casa, y Carmen y yo tuvimos una extraña sensación, solos de nuevo luego de un inusual y breve periodo de muchos visitantes.

Al día siguiente llegó el retén faltante desde Santiago y terminé de preparar, o al menos eso creí, los reductores con sus tapas junto con algunas tuercas y pernos, y los rocié con washprimer. No imprimé la tapa que me había conseguido de reemplazo por la que estaba rota ya que tenía un grueso primer/pintura verde que me gustó. Desafortunadamente me di cuenta más tarde de que no había dado los toques finales a las dos últimas tapas, y persistían óxido y mugre en los recovecos.

[pairospam]

Eché a perder el destornillador pequeño y como el cuarto o quinto cepillo metálico limpiando las tapas de nuevo. Sin falta entonces, unos minutos después apliqué otras manos de washprimer y acto seguido usé el primer de poliuretano para cubrir todas las piezas. El trabajo estaba hecho.

Como Carmen no tenía apuro y no era demasiado tarde, agarré la montura/balancín del paquete de resortes izquierdo, cepillé el borde que también se había oxidado levemente y le instalé los retenes nuevos sin ayuda esta vez. Estaba preocupado ya que la pista estaba dañada por el óxido pero Eduardo me tranquilizó ya que usar doble retén era bastante seguro.

El guardapolvos protector nuevo calzaba perfecto a este lado y eso también estuvo bien. Gracias de nuevo Johannes por los repuestos. Eduardo me ayudó a colocar el balancín y a apretarlo.

Cuando la tapa estuvo en su lugar llené el balancín de aceite nuevo y fragante y el mecanismo empezó a trabajar apropiadamente. Fue un tarde productiva después de todo.

Bueno, como me tenía que atener al plan, agarré las malditamente pesadas mazas luego de pasarles el escobillón para sacarles el polvo acumulado encima, y les quité su envoltura plástica para revisarlas detenidamente. Me di cuenta de que dejar las cosas para después era un mal negocio una vez que el tiempo de después finalmente llega.

Los retenes estaban cubiertos de aceite inmundo y los rodamientos aún tenían bastante aceite y mugre. Cristo…cuánto quería no tener que lavar más piezas, al menos por un rato!

[pairospam]

En casa, entrada ya la tarde, me dediqué a mejorar y a avanzar con el diseño de la Merkabah virtual. Dados los múltiples datos acumulados en los últimos meses dedidí que el sistema de fijación de la Caja al chasis debía de ser modificado ya que quería una base más ancha y también quería hacer una especie de sub chasis que ayudara con la estabilidad torsional de la base. Agarré el modelo y lo descuarticé de a poco, sacando la Caja y luego la base de la misma para hacer las distintas enmiendas. Se acordarán de que había angostado la célula a 240 cm. ya que 250 cm. me parecieron excesivos y potencialmente problemáticos en caminos estrechos, túneles, puentes y entradas a condominios amistosos. El trabajo de modificación de los componentes fue lento y arduo, como no se imaginarán.

Busqué en internet un modelo de la Africa Twin para colgarlo en la parrilla ad hoc y reemplazar a la fiel KTM y no encontré ninguno decente. Conseguí un modelo de una moto más o menos similar y lo modifiqué en forma pesada hasta que logré una apariencia similar a la vieja moto, pero el detalle era poco preciso por lo que deseché la idea y prevaleció la moto sueca a la japonesa, al menos hasta entonces.

De vuelta al taller, y sin escape posible, saqué el primer retén exterior de una de las mazas sin mucha dificultad, pero el retén interior hube de destruirlo entero para poder sacarlo ya que no tenía ganas de salir por las buenas. La batalla fue ardua pero Pairoa ganó al final, como siempre. Afortunadamente había cubierto el chasis antes para evitar salpicaduras. Después de la batalla, la pista y el rodamiento estaban en muy buenas condiciones a la inspección.

Al proseguir con el trabajo cada vez me era más fácil sacar los retenes y los últimos no salieron tan maltrechos, pero la buena racha se acabó al darme cuenta de que el individuo que había hecho la misma cosa antes que yo había armado una de las mazas sin la arandela espaciadora entre el retén y el rodamiento. Tendría que pedir el repuesto y esperar a que llegara antes de terminar con el asunto de las mazas. Hmm…

[pairospam]

El mismo tipo había también, seguramente, agarrrado a golpes la campana retenedora de aceite y ésta lucía inaceptablemente abollada para mis ojos. Luego de unas movidas de desabolladura básica me di a la tarea latera e infame de cepillar y limpiar de óxido las mazas, especialmente en los rincones entre el plato y los pernos de rueda.

Al día siguiente, y luego de algunas horas de trabajo, las cuatro mazas del boggie estaban libres de aceite y cepilladas. El resultado no era perfecto respecto del óxido, pero era suficientemente bueno. Como alguien escribió en otro lugar, el pobre camión había sobrevivido hasta ahora con mucho menos cariño. Tenía razón.

Enmascaré la cara interior de las mazas con unas buenas vueltas de plástico y las imprimé con washprimer. Lo hice para impedir que se oxidaran más una vez cepilladas ya que justo cayó una extraña lluvia de verano y la humedad se hizo muy pesada. No apliqué el primer base por la misma razón, sin embargo, y dejé que mejorasen temperatura y humedad para el imprimado definitivo.

A la siguiente sesión de trabajo las condiciones eran óptimas así que me dediqué a terminar de imprimar las mazas y, cuando estuvieron en condiciones de ser manipuladas, empecé con la tarea de colocar los retenes. La huevadita no era nada de fácil y no es poco común que se rompan y deformen los retenes en la maniobra, incluso en manos experimentadas. Me ayudé con una pieza de los vapuleados pulmones de freno maxi de la Merkabah y los resultados no fueron nada malos, a pesar de la tenacidad con la que los retenes guardapolvos exteriores luchaban por quedarse fuera.

El Dakar había terminado un par de días atrás, y aprovecho de felicitar a Ignacio y Pancho Casale por su participación y a Ignacio “chico” por su segundo lugar el las cuatrimotos; el esfuerzo siempre se premia.

Recalco el gusto que me da que compitan, y las ganas de poder hacerlo también!

Aprovecho también de felicitar a Mauricio Bordachar por haber terminado en tiempo record su camión y también por haber participado en el desfile final del Dakar, con los gentiles auspicios de Michelin, nada menos

[pairospam]

Bueno, mi amigo Pickering apareció de nuevo en el Tatra 6x6 con muchas fotos e historias para compartir. Me fue a ver al trabajo llevando a Carmen con él y se estacionó en un supermercado cercano causando sensación entre los clientes y el personal del supermercado. Pasamos un buen rato cenando en mi oficina y luego se fueron justo cuando cerraban el local. Al día siguiente partió al aeropuerto y se fue a Londres a buscar a su familia. Volverían en un mes y medio. Yo me llevé al Tatra al campo donde esperaría el regreso del dueño para someterse a arreglos mayores y para un cambio de neumáticos completo, ya que Jago se consiguió un juego nuevo con el equipo Tatra que competía en el Dakar. No, no celebren tanto… no fue para nada una ganga.

A la tarde siguiente había llegado la arandela espaciadora y pude completar la postura de los retenes de la cuarta maza trasera. Me demoré el triple de lo que me demoré en las otras pero conseguí poner los retenes sin que se rompiera o deformara ninguno. Bien. Acto seguido las envolví en plástico y las ubiqué lo más fuera del camino posible, tratando de ordenar y hacer un poco de espacio para mover los yugos más libremente más adelante.

Agarré los tambores de freno y les di una enésima mirada. En algún momento había decidido mandarlos a arenar para poder pintarlos y no perder tanto tiempo yo en eso, pero me daba lata llevárselos al mismo viejo y pagar las ganas; además, Eduardo me decía que la fricción y el calor generado haría que no importaba la calidad de la pintura, ésta se descascararía sin remedio antes de decir chao. Quizás tenía razón, quizás mucha razón, pero no me convencía del todo y definitivamente no iba a poder ensamblar las piezas tal y como estaban.

Como no pude tomar una decisión rápida y me daba lata en ese momento ponerme a cepillar los tambores y desparramar óxido al viento agarré las piezas y las dejé donde estaban y me fui a tomar un té. Me cagué de calor, pero estaba rico.

Luego del té revisé la lista de los "por hacer", y me di cuenta de que aún no vaciaba el aceite del tercer eje. La razón era clara, el tapón estaba rodado.

Más decidido ahora agarré la soldadora y le planté un perno al tapón y salió a la primera. El aceite corrió, negro y feo, pero sin un solo residuo metálico.

El maestro Chaleco había acudido a mi llamado en días previos y, como yo le había pedido, había modificado las abrazaderas de los paquetes de resortes. Desafortunadamente no nos entendimos bien y se malinterpretaron las marcas en las mismas y a pesar de ser un muy buen trabajo quedaron muy largas y no servían. Plop.

El fin de semana me lo tomé con calma y decidí pintar las campanas de los reductores como única meta y, la mañana del sábado, ya tardecito, preparé el esmalte de poliuretano luego de batirlo por largos minutos para asegurame de mezclarlo bien luego de su letargo de más de un año.