Para los amantes del altiplano.

[Jorge Cila y M.Teresa]

Empezamos otra vez........

Altiplano argentino
Capítulo 1
Copiapó-Fiambalá

Salimos el día 13 de Enero de Copiapó rumbo a la frontera. El camino en el primer trecho chileno es bastante aceptable sin embargo, después de una peligrosa y serpenteante subida se hace cada vez más malo. Durante el trayecto encontramos a una pareja de extranjeros que querían ver un salar. Resultó que él era un suizo y ella de Praga, lo cuál provocó un abrazo entre nosotros dado que yo nací en esa ciudad (llegué a Chile a los 6 años). Acompañamos a la pareja hasta la aduana que está a orillas del Salar de Maricunga, desde donde se devolvieron ya que el suizo no quería más guerra con ese camino.
A partir de aquí todo es ripio, polvo y máquinas arreglando para pavimentar.

En la frontera se produce un cambio violento. Pisando Argentina tenemos un asfalto de primera con dos pistas excelentes. Esta primera impresión cambia bruscamente al darnos cuenta que es muy peligrosa la bajada por este camino. El problema es que el viento arrastra tierra y ripio en las curvas hacia el asfalto y es necesario bajar la velocidad al mínimo dado que muchas curvas son muy cerradas. Bajo esas condiciones es preferible un camino de sólo ripio. En la gendarmería argentina encontramos a un chileno que se había volcado junto a su familia por esta situación, afortunadamente sólo daños en el auto.

Conversamos con los gendarmes respecto al camino (huella) interior existente desde allí hasta Antofagasta de la Sierra distante uno 120 km. Nos miraron con una cara que indicaba claramente que no lo hiciéramos, eso me sugirió automáticamente que era sólo para jeeperos, por lo que el interés (obviamente) aumentó mucho más.
En un momento el gendarme le comenta a M. Teresa: “es sólo para jeeperos expertos.”
Obviamente no hicimos comentarios al respecto.

Sin embargo, aún cuando nuestra idea original era irnos por ese camino, dos circunstancias nos hicieron cambiar de opinión y programar esa ruta en sentido inverso. Y la decisión fue muy acertada. Si hubiésemos intentado subir por la variante sur……. Pobre de nosotros. Esto lo explicaremos en el último capítulo.

Uno de los motivos para desistir de la ruta fue que M. Teresa estaba muy apunada.
Desde Copiapó habíamos subido hasta los 5.200 metros en el día y bajado sólo hasta los 4.200 mts. de la gendarmería. En otras oportunidades esta zona también la había afectado.
El otro motivo fue más bien de índole conceptual. El altiplano chileno es totalmente distinto del boliviano esencialmente en su geografía y nada sabíamos del argentino.
Entonces lo mejor era aproximarse desde abajo hacia arriba. Por lo tanto decidimos bajar a Fiambalá.

Pasamos esa noche en una terma (La gruta) que está cerca de un Km. de la gendarmería. Es una piscina de agua tibia cubierta en una sala de piedra.
Desde la gendarmería hasta Fiambalá el camino es muy largo y caluroso pero con un bello paisaje. En el polvoriento y muy caluroso pueblo nos alojamos en la hostería municipal y lo mejor del lugar fue conocer las termas que están a pocos km. de allí, con varias piscinas desde los 40 grados hasta casi fría, lugares para camping y pic nic y un buen restaurante.

Al salir de Fiambalá hacia Antofagasta de La Sierra pregunté por el camino y un amable argentino nos dio las indicaciones insistiendo varias veces que nos fuéramos por “Las Papas”. Noté que la mujer del argentino puso una cara extraña pero no le dí mayor importancia.

Salimos de Fiambalá y avanzamos preguntando siempre por “Las Papas”. Seguimos por la ruta 43 hasta que encontramos un letrero muy rústico, que indicaba hacia la izquierda ”Las Papas, Antofagasta de la Sierra”, y tomamos este desvío. El GPS nos indicaba que la ruta 43 estaba a la derecha del polvoriento camino en el que nos internamos, pero seguimos avanzando por él, que se iba transformando en un sendero menos recorrido, hasta que nos metimos en una quebrada cada vez más angosta y con una huella mínima.

No sabemos si el argentino (al ver nuestro vehículo) nos mandó para que disfrutáramos de esos bellos parajes o nos quiso enviar a la muerte - en esa solitaria huella 4x4 - por alguna desconocida razón………………………...

[Calvin]

sigo atento al relato de nuestro eximio escritor, esta es como su tercera novela aqui en TA.

[Ermitaño]

Empezado por Jorge Cila y M.Teresa

Empezamos otra vez........

Altiplano argentino
Capítulo 1
Copiapó-Fiambalá

...Al salir de Fiambalá hacia Antofagasta de La Sierra pregunté por el camino y un amable argentino nos dio las indicaciones insistiendo varias veces que nos fuéramos por “Las Papas”. Noté que la mujer del argentino puso una cara extraña pero no le dí mayor importancia.

Salimos de Fiambalá y avanzamos preguntando siempre por “Las Papas”. Seguimos por la ruta 43 hasta que encontramos un letrero muy rústico, que indicaba hacia la izquierda ”Las Papas, Antofagasta de la Sierra”, y tomamos este desvío. El GPS nos indicaba que la ruta 43 estaba a la derecha del polvoriento camino en el que nos internamos, pero seguimos avanzando por él, que se iba transformando en un sendero menos recorrido, hasta que nos metimos en una quebrada cada vez más angosta y con una huella mínima.

No sabemos si el argentino (al ver nuestro vehículo) nos mandó para que disfrutáramos de esos bellos parajes o nos quiso enviar a la muerte - en esa solitaria huella 4x4 - por alguna desconocida razón………………………...

achupallas!!!!

se puso interesante la travesia...

seguimos a la espera del desenlace de "las papas" y mas fotitos..

slds!!

[Bulldog Cruiser]

que buena aventura... la revisé completa...ahora a la espera de mas info y fotos...

saludos...

BulldogCruiser

[Jorge Cila y M.Teresa]

Capítulo II
Hacia las Papas.

A medida que avanzábamos la huella se hacía más pequeña pero el paisaje por esa estrecha quebrada se hacía cada vez más bello. De pronto me dí cuenta que detrás de nosotros venía una camioneta 4x4 y nos detuvimos para asegurarnos que era el camino correcto. Amablemente nos dijeron que era efectivamente el camino hacia Las Papas pero noté una ligera expresión de asombro cuando le preguntamos si el camino continuaba hasta Antofagasta de la Sierra. Su respuesta fue afirmativa sin emitir opinión.
A esas alturas nos terminamos de convencer que lo mejor era continuar y esperar lo que nos deparaba el futuro.
Continuamos por la quebrada en que a veces el lecho del riachuelo (Río Grande) era el camino. Nos hizo recordar la ruta hacia las Termas de Río Negro cerca de El Salvador donde se avanza por el lecho del río que tiene unas algas negras sobre las piedras. Paseo muy bueno.

Después de unos 20 Kms. llegamos por fin a Las Papas que es un campamento minero y desde allí comenzamos a subir unas cuestas angostas y en muy mal estado.

Hasta aquí el trayecto no presentó dificultades y podemos decir que el argentino que nos mandó por esta ruta le había acertado con nuestros gustos. Nuestras aprensiones respecto de sus posibles malignas intenciones disminuyeron bastante.
Salimos de Las Papas por un camino minero hacia los filos de los cerros, el camino era de pura piedra y rápidamente tuve que bajar la presión de los neumáticos a unas 16 libras.
Desde Las Papas hasta Antofagasta de la Sierra teníamos unos 120 Km. en línea recta.
El calor no daba tregua y ninguna posibilidad de sombra para almorzar.
Paramos al costado de una roca y comentamos que (una vez más) tendríamos que hacer unos 100 Km. sin ver un alma y un andar muy lento. Estábamos tomando el café en un magnífico silencio cuando nos sobresaltamos al escuchar una bocina. Era una camioneta de la minera que necesitaba pasar.
Conversamos unos momentos y nos ratificaron el camino hacia nuestro destino dándonos unas buenas indicaciones respecto del desvío a tomar.

[jeisonk]

Belíssimas fotos Jorge, seguimos atentos.

Grande abrazo

[Jaimeken]

Hermosas fotos. Al parecer fue una gran travesía.
Excelente parajes para conocer a futuro.
Felicitaciones!!!

[snarks]

yo feliz con un viaje asi,saludos

[snarks]

saludo a los suegros fernando aguilar patrol cafe de ex luis bustamante.

[Jorge Cila y M.Teresa]

Continuación capítulo II

Seguimos subiendo y bajando por las quebradas y los filos solitarios con preciosas vistas en un sendero angosto, duro y a veces muy, muy cerca de un precipicio. Nos seguíamos acordando de nuestro argentino pero dado lo maravilloso de las vistas y la falta de problemas técnicos en el camino, ya nos hacía agradecerle la recomendación.

Pasaron varias horas hasta que llegamos a un llano arenoso para luego remontar una subida hasta otro llano donde estaba la bifurcación entre la mina y la huella para Antofagasta de la Sierra. Seguíamos subiendo en altura y llegamos hasta los 4.200 m. a un arenal tan “pesado” que tuve que bajar a unas 12 libras la presión. Aquí se me complicó un poco la situación ya que el viento borraba la huella, sin embargo, a poco andar y con ayuda del GPS, la retomamos nuevamente y comenzamos a descender cruzando un par de bofedales y luego por otros espectaculares arenales.

Luego llegamos a los famosos Campos de Piedra Pómez. Formaciones rocosas de caprichosos contornos esculpidos por el viento. Una maravilla.

Ya nos quedaba poco rato de luz y aún cuando el GPS nos indicaba que estábamos cerca de la carretera, sentíamos que la distancia no se acortaba ya que teníamos que avanzar muy lento.

Por fin, pasadas las 20.15, cuando quedaban pocos minutos de sol logramos llegar a la carretera y dado que estaba oscureciendo decidimos quedarnos en El Peñon, distante unos 25 Km. de nuestro destino original. Estábamos agotados tanto por las horas bajo el intenso calor cómo por la tensión de la soledad. En el recién construido hotel conocimos a un matrimonio brasilero con dos hijos de unos 6 y 8 años que también estaban recorriendo el altiplano argentino. Conversamos unos minutos, compartimos experiencias y le traspasamos la ruta que hicimos ese día, ya que ellos la querían hacer a la inversa al día siguiente.
Y nos fuimos a dormir.